Raíces que dieron origen a la terapia ocupacional en argentina
Autores:
Jorge Valverdi
Lic. en Terapia
Ocupacional. Jefe de Actuaciones internas de la Dirección General de Auditoría
Médica del Ministerio de Salud.
Integrante del equipo terapéutico para la atención
de personas con adicciones de la Red de Clínicas Crecer. Santa Fe – Republica
Argentina.
Doctorando en Salud
Mental y Adicciones (Atlantic International University). USA.
Maria Celeste Alvarez
Médico de planta del Ministerio de Desarrollo Social
– Dirección General de Políticas Sociales en Adicciones de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires- Republica Argentina.
Médico de planta del Ministerio de Salud –
Subsecretaría de Atención a las Adicciones – Provincia de Buenos Aires- Republica
Argentina.
Integrante del equipo terapéutico para la atención
de personas con adicciones de la Red de Clínicas Crecer. Santa Fe – Republica
Argentina.
Doctorando en Salud
Mental y Adicciones (Atlantic International University). USA.
Introducción
Las
culturas y civilizaciones surgieron como consecuencia de un deseo constante, y
de la necesidad que el
hombre presentaba en su vida cotidiana.
Existen
escritos que dejan testimonios de que en la prehistoria
el hombre
buscaba la supervivencia, creando armas y diversos utensilios; o trasladándose de un lugar a otro en
busca de beneficios y tenían un profundo sentido de lo
sagrado. En la edad antigua el hombre dependía de las condiciones climáticas
para poder
cultivar, para lo cual se observa que las actividades tenían un valor
incalculable y una búsqueda constante de progreso y creatividad.
En este sentido, las actividades y su uso
terapéutico han sido valoradas desde los inicios de la humanidad, desde la
confección de vasijas, piedras talladas, construcción de armas y hasta la
creación de dibujos.
Si bien Terapia Ocupacional recién comienza a tener
referencias partir del siglo XX, ya existían indicios de escritos en Egipto 2000 a .C. en los que se
mencionaba que multitudes de melancólicos acudían a los templos es buscaba de
alivio, en estos templos se desarrollaban diversos juegos y actividades
recreativas, de manera tal que cada persona pudiera llenar su tiempo con alguna
ocupación placentera.
Otros autores como Howarth, et al
(1940)[i]
destacan que alrededor del año 30
a .C., Séneca, un orador y escritor romano, para tratar
todo tipo de agitación mental, recomendaba mantenerse ocupado la mayor parte de
tiempo. Mientras que el medico griego Soranus, en los años 98-138 a .C., entendía que tanto
el entorno como sus actividades placenteras eran útiles para los pacientes.
Según Le Clerc (1967)[ii] en
la Grecia
clásica, Asclepio quien era el dios de la medicina, aplacaba los delirios con
canciones, música y representaciones teatrales, estas formas de tranquilizar
fueron registradas por un escritor romano de nombre Martianus Capella,
aproximadamente en el año 430, citando la creencia del dios griego de la
medicina en el sentido curativo de la música y las canciones para tratar
ciertos trastornos mentales y enfermedades del cuerpo.
A principios del primer siglo de la era cristiana, de igual
modo que Asclepio, Cornelius Celsus, un erudito romano, recomendaba según sus
escritos (que también incluyen un manual para la práctica quirúrgica), practicar
la música, la conversación, la lectura, el ejercicio hasta el cansancio,
realizar viajes y cambiar de aires para aliviar las mentes atormentadas.
Galeno el prestigioso medico griego, que en los años 130-200 a .C. trataba las heridas de
los gladiadores, defendía el tratamiento ocupacional, proponiendo cavar, pescar
y construir casas y barcos. Howarth, et al (1940)[iii] mencionan
que este famoso médico dejó para la posteridad la frase: “el trabajo es el
mejor médico de la naturaleza”.
Contrariamente a estos autores, Licht
cuestiona esta afirmación, según su opinión respecto a la frase de
Galeno, fue sacada de contexto, debiendo en consecuencia entenderse que: “el
ejercicio es el medico natural”, pero si relacionamos esto con las actividades
terapéuticas, el ejercicio al que se refiere no tiene vinculación alguna con
los objetivos de la Terapia Ocupacional (…), lo que Galeno indica claramente,
es que él prefiere el ejercicio a la medicación o la dieta, por sus efectos
sobre el tracto digestivo.
En este contexto y debido a que la traducción es inadecuada,
este autor, entendía que los terapeutas ocupacionales citaban reiteradas veces
tal afirmación. No obstante, y aún hasta la actualidad, numerosos ejemplos
fueron citados con respecto al valor terapéutico de estar ocupado.
Entre los años 852-932 a.C. Rhazes; medico árabe;
recomendaba que los pacientes debían jugar ajedrez y que estos tenían que esforzarse
en su rehabilitación.
Afirmando lo que el autor anterior expone, siglos después,
Bartholemeu, un clérigo del siglo XIII, deja un texto en su enciclopedia que
los pacientes enfermos deben “alegrarse con
instrumentos y ocuparse en algo” Licht (1948)[iv].
El
tratamiento en los siglos XVIII y XIX
En el Reino Unido la comprensión de la naturaleza y
tratamiento de la enfermedad, se remonta al siglo XVIII tiempo en que se
pensaba que la llave para el tratamiento de los llamados “lunáticos” se
originaba en propiciarles miedo por medio de castigos. De esta manera se pusieron
en marcha diversas formas de tratamientos crueles y martirizadores los que
derivaban de la Edad Media ,
estos mal llamados “lunáticos” no solo eran desposeídos de los derechos y
necesidades, sino que también eran ridiculizados, confinados y castigados.
De modo opuesto a todo esto, Philippe Pinel
(1745-1826) medico famoso aún en la actualidad por introducir reformas en el tratamiento de los pacientes con enfermedad mental y por
suprimir los grilletes en los manicomios, prescribió ejercicios físicos y
ocupaciones manuales en su creencia de que el trabajo manual ejecutado con
rigor, es el mejor método para asegurar una buena moral y disciplina (Pinel)[v] .
que consistía en sustituir la perspectiva acerca de que las
personas que presentaban una enfermedad mental, podrían ser peligrosas e
incurables y que debían ser confinadas, para ser reemplazada por otra
orientación mas humanista y de amabilidad, con abordajes que desde sus vidas
cotidianas se relacionaran con ocupaciones creativas y recreativas para
reestablecer la salud mental.
Este autor, en sus escritos resaltaba que en un hospital de
España ingresaban pacientes de todas las clases sociales, observando un
indicador de curaciones mayor entre las clases sociales bajas debido a que
realizaban tareas dentro del hospital, en relación a los ociosos aristócratas.
No obstante a estas notorias curaciones, los directivos de los hospitales
públicos, no veían con buenos ojos que estos pacientes que pagaban por su
tratamiento tuvieran que trabajar y consideraron que no era aconsejable que así
lo hicieran.
Alrededor de la misma época, en Cork (Inglaterra), se funda
el hospital “El Retiro” para enfermos mentales, este hospital tenía una
orientación humanista regenteado por cuáqueros. Al observar este perfil de
pensamiento, un gran número de médicos tomaron sus ideas y, en el siglo XIX se
difunde la aceptación del trabajo como forma de tratamiento, puntualmente para
aquellas personas que padecían una enfermedad mental.
Alrededor del año 1798, el doctor Benjamin Rush quien
residía en Filadelfia, comenzó a recomendarles a las mujeres, que incorporen en
sus actividades diarias tareas tales como hilar, coser o hacer mantequilla,
mientras que los hombres debían moler maíz, hacer huertas jardinerías y
segarlas.
En un artículo sobre “Casa de locos” escrito por Percy
Anecdotes en el año 1821, enfatizaba que si el paciente realizaba trabajos
moderados y lo combinaba con el esparcimiento, podría ser el mejor sistema
curativo, por lo que consideraba que debía realizar tareas tales como imprimir,
traducir, hacer actividades musicales y tejer prendas de lana, Howarth, et al (1940).
El Journal of
Insanity, publicaba en el año 1897 una idea del doctor G. Blumer que
expresaba: “comparado con el tratamiento farmacológico que se aplica a la
mayoría de la población de los manicomios, una ocupación adecuadamente
sistematizada y diversificada ejerce unos efectos muy superiores” Licht (1948).
A principios del silgo XX, surgieron cada vez mas artículos
y experiencias que demostraban que estar ocupado es altamente efectivo para el
tratamiento de las personas con problemas mentales
No obstante todos estos escritos, Haas
(1925)[vi], por
aquellas épocas director de las actividades terapéuticas para hombres en el
Bloomigdale Hospital de New York, destacaba que todos los textos escritos
anteriormente eran “una gran cantidad de breves sentencias sobre los beneficios
del trabajo para los pacientes”.
Otro antecedente a mencionar es que según Dunton, los médicos de aquella época comunicaban “casos
(…) de pacientes mujeres que deshilaban sus medias para tener hilo para
tricotar, usando como agujas, horquillas de pelo”. Dunton además indagó el
origen histórico de la Terapia Ocupacional, destacando que esta disciplina se
remonta al movimiento denominado "tratamiento moral" del enfermo,
este se caracterizó por dispensarle una vida en un ambiente saludable, con el
desarrollo de hábitos sociales beneficiosos, una alimentación apropiada y una
actividad adecuada y organizada. (Dunton, et al 1950)[vii] .
Philippe Pinel fue un médico de origen francés, que se dedicó al estudio
y tratamiento de las enfermedades mentales.
Pertenece al grupo de pensadores que constituyeron la clínica
médica como observación y análisis sistemático de los fenómenos perceptibles de
la enfermedad. A partir de estas observaciones y análisis, se establecieron las
primeras clasificaciones de las enfermedades mentales.
Pinel, impulsaba la humanización del trato que se daba en
esa época a las personas hospitalizadas, eliminando como primera medida, el encadenamiento
a las paredes [viii].
Consideraba además a la ocupación como un elemento central
en la idea de lo que se denominó como "tratamiento moral".
Introdujo entre otros, la realización de actividades como
la música, la literatura, el ejercicio físico y el trabajo. Esta perspectiva
pasó a formar parte del programa terapéutico de las instituciones psiquiátricas
de la época, con la condición de que las actividades que el paciente llevara a
cabo fueran de su agrado[ix].
La comunidad internacional ha señalado que, históricamente,
el "tratamiento moral" es el antecesor más claro de la terapia
ocupacional.
William Dunton, fue unos de los que propuso analizar de
manera sistemática las ocupaciones, en relación a los fondos económicos y la
metodología, debido a que son elementos fundamentales para investigar en
terapia ocupacional. Propuso además, crear una fundación para patrocinar las
investigaciones, dado que no era posible obtener donaciones para llevarlas a
cabo.
William Rush
presentó en su publicación un credo que acerca de terapia en tiempos de guerra:
“La ocupación es tan necesaria como el alimento y la bebida. Todos los seres
humanos deben tener una ocupación tanto física como mental… Las mentes
enfermas, los cuerpos enfermos, las almas enfermas pueden curarse gracias a la
ocupación” (191, pag. 11)[x]. Este credo induce a los terapeutas para que observen desde otro punto de vista a la ocupación, y sea el eje
central en las actividades que se les propongan a los pacientes.
Terapia ocupacional en
el siglo XX
Los
comienzos de la terapia ocupacional en EE.UU.
A finales del siglo XIX y principios del siglo
XX, según destaca Eaton (1949)[xi] , en
EE.UU., el movimiento de artes y oficios, centraba su atención más en la salud
en general como algo holístico que en un área de enfermedad especifica. Desde esta perspectiva los
profesionales observaron cómo el deterioro general de la salud se había
establecido en diversas fábricas de las grandes urbes. Si bien en el siglo XIX
el conocimiento acerca de la salud era escaso, algunas personas pudieron
comprender la relación que existe entre el ejercicio físico y el aire puro, y
como esta influía en la buena salud. A pesar de esto, esta relación se perdía
en las grandes ciudades y fabricas.
En estas grandes ciudades industriales, donde
se habían radicado fábricas (Naylor. 1971)[xii],
existían condiciones de trabajo que contribuían a producir enfermedades
ocupacionales, debido a la exposición continua a los agentes tóxicos y a la
escasa ventilación, ya que es
en el medio laboral donde la exposición a estos agentes suele ser más intensa y
por tanto, más susceptible de producir enfermedades.
En la actualidad se puede observar algunos ejemplos de esta
circunstancia como la silicosis, enfermedades pulmonares que afectan a los
mineros, trabajadores de la industria y alfareros por la exposición al polvo de
sílice; el cáncer de escroto en los deshollinadores, en relación con el hollín.
Los participantes del movimiento de artes y
oficios originado en EE:UU, como en una reacción a la precariedad existente en
esa época, les plantearon a los trabajadores que se habían establecido en las
grandes ciudades, que vuelvan a vivir en las pequeñas villas y que retornen a
la agricultura o que fabriquen productos útiles y funcionales cuyo resultado
final fueran objetos finos de artesanía manual, en los que el cuerpo y la mente
pudieran participar, basándose en una buena planificación. Como menciona Marsh (1982)[xiii], el
objetivo de estas recomendaciones era que se convirtieran en artesanos diestros
para que pudieran producir bienes y servicios, que promovieran la confianza en
sí mismos.
No obstante a esta recomendación, los trabajadores no
dejaron sus empleos en las grandes ciudades de EE.UU., pero sí se interesaron
en el movimiento de artes y oficios, por optimizar la planificación para
fabricar artesanías manuales, definir el rol de trabajador de oficio que les
permitiera promover mejoras tanto en la salud física como mental.
Si bien el movimiento de artes y oficios incursionó en
distintas ramas y profesiones, tales como el empapelado de paredes y la
impresión de libros, posteriormente se trasladó a la educación y a la
terapéutica, proporcionando dos enfoques: uno que se conocería como ocupación
de sala, cuya finalidad sería las actividades para personas inválidas
incluyendo las distracciones, lo que más tarde tomaría el nombre de terapia de
diversión. El otro enfoque recibió diversos nombres entre los que se pueden
destacar, entrenamiento manual, educación vocacional y entrenamiento
ocupacional. En este sentido, los dos enfoques tienen distintos objetivos y por
lo tanto rivalizan por la importancia en la Terapia Ocupacional.
El primer enfoque o terapia de la diversión, predominará en
la práctica psiquiátrica en personas con trastornos mentales, mientras que el
segundo enfoque o entrenamiento ocupacional, se centrará en personas con
discapacidades físicas, aunque algunos terapeutas ocupacionales que trabajan en
el área de la salud mental remontaran las ideas de la terapia industrial, la
terapia laboral y la rehabilitación psíquica.
Uno de los primeros estudios sistemáticos
acerca de los efectos de la ocupación sobre la salud mental, lo realizó el
Doctor Herbert James Hall (1910)[xiv],
quién observó como sus pacientes mejoraban al utilizar las ocupaciones e
incorporar horarios de actividades como
sistema terapéutico. Al encontrarse íntimamente relacionada con el Doctor Hall,
Jane Addams (1900)[xv],
quien trabajaba en el servicio social, comenzó a interesarse por las artes y
oficios, fundando en ese entonces la Casa Hull ,
mostrándoles a los inmigrantes que si bien la realización de los artículos
manuales había cambiado a través del tiempo, los productos como los hilados y
el tejido eran básicamente los mismos.
Siguiendo con el orden de los precursores en la
terapia ocupacional, también es necesario mencionar a Susan Tracy (1910)[xvi], de
profesión enfermera, que en el año 1910 escribió el primer libro sobre Terapia
Ocupacional, denominado Studies in
invalid Occupations (Estudios acerca de las ocupaciones para inválidos), en este libro se
describen las actividades artísticas o manuales que ella seleccionaba para cada
paciente.
Otro abordaje sobre artes y oficios fue desarrollado
por Adolph Meyer (1922)[xvii],
que tomando las ideas principales del tratamiento moral crea su propia
filosofía de lo que es la actual Terapia
Ocupacional. Consideraba que los trastornos mentales se
debían a problemas de adaptación, de deterioro de los hábitos o comportamientos
desorganizados que provocaban problemas para vivir y de la falta de equilibrio
entre trabajo y ocio.
Este autor sostenían que un individuo debía
organizar su vida diaria en distintos periodos tales como: periodo de trabajo,
juego, reposo y sueño, en este sentido el ciclo de tiempo y actividad ayuda a
la persona a lograr equilibrio y armonía con la naturaleza.
En los comienzos de esta disciplina, el médico prescribían,
y dirigía el tratamiento. No obstante, en la actualidad los profesionales de
terapia ocupacional, reciben la derivación del médico pero pueden determinar el
curso del tratamiento sobre la base de sus propias evaluaciones.
Adolph Meyer, se formó en universidades de Suiza, Francia, Inglaterra y
Alemania, y en 1892 emigró a Estados Unidos, donde profundizó en las áreas de
la neuroanatomía y la neurofisiología. En el año
1922, presentó el primer artículo para la revista Archives of
Occupational Therapy, cuyo nombre fue “La filosofía de la terapia
ocupacional”. Siendo este unos de los pilares para la Terapia Ocupacional.
Por último hay que mencionar que Louis Haas
(1925), prestaba servicios en el Hospital Bloomingdale como maestro de oficios
donde permaneció allí a lo largo de su carrera profesional, escribió acerca de las artes y oficios con propósitos terapéuticos,
defendiendo el rol de los terapeutas ocupacionales. Este autor en el año 1925,
escribió además el libro Occupational
Therapy of the Nervous and mentally III, utilizado para enseñar a los
terapeutas ocupacionales prácticas en personas con trastornos mentales.
Definición
de la terapia ocupacional según la AOTA
A lo largo de la historia de Terapia Ocupacional, los
profesionales de esta disciplina la describieron y definieron de diversas
maneras, según Mac Nary (1947)[xviii]
la definición más aceptada fue “terapia ocupacional es cualquier
actividad física o mental, prescripta por el médico y guiada profesionalmente
para ayudar a un paciente a recuperarse de una lesión o enfermedad”.
Al producirse cambios en la sociedad, y al acrecentarse las
demandas de los servicios de Terapia Ocupacional, los profesionales que
existían en esa época eran insuficientes para satisfacer las necesidades,
debido a que Terapia Ocupacional era una disciplina muy reciente y por lo tanto
no podían abastecer a la población de actividades terapéuticas.
De esta manera, otras disciplinas como terapia de
recreación, arte-terapia, músico-terapia, entre otras, fueron asumiendo algunas
actividades de tratamiento que pertenecen a la Terapia Ocupacional. Con el
correr de los años, se fueron formulando distintos intentos para modificar la
definición, cuya finalidad fue reflejar
los cambios ocurridos en la práctica y establecer una relación con la medicina.
En 1972, la
Asamblea de Delegados de la Asociación
Americana de Terapia Ocupacional (A.O.T.A.)[xix],
acepta una nueva definición:
“Terapia Ocupacional: es el arte y la
ciencia de dirigir la participación del hombre en tareas seleccionadas para
restaurar, fortalecer y mejorar el desempeño. Facilitar el aprendizaje de
aquellas destrezas y funciones esenciales para la adaptación y productividad,
disminuir o corregir patologías, promover y mantener la salud. Interesa
fundamentalmente la capacidad a lo largo de la vida, para desempeñar con
satisfacción para sí mismo y para otras personas aquellas tareas y roles
esenciales para la vida productiva, el dominio de de
si mismo y el ambiente.
Al conocerse mejor y al aclararse la practica
en el ámbito de Terapia Ocupacional, en el año 1986, la asamblea representativa
en Detroit adopta la definición del diccionario, la que queda establecida de la
siguiente manera:
“Terapia
Ocupacional: Es la utilización terapéutica de las actividades de autocuidado,
trabajo y lúdicas, para incrementar la función independiente, mejorar el
desarrollo y prevenir la
discapacidad. Puede incluir la adaptación de las tareas o el
ambiente para lograr la máxima independencia y mejorar la calidad de vida”.
(Definición del diccionario. 1986 p. 852)[xx] .
Con el transcurso del tiempo la definición sufrió modificaciones, y
tuvo que ser readaptada, teniendo en cuenta que había quedado desactualizada
debido a que no solo el hombre modifica su conducta en función de un objetivo,
sino que además sus necesidades se basan de acuerdo a lo que el ambiente le
ofrece.
En la actualidad el concepto de terapia ocupacional se define
como:
“El arte y la ciencia de ayudar a las personas
a realizar las actividades de la vida diaria que sean importantes para su salud
y su bienestar a través de la participación en ocupaciones valiosas. La terapia
ocupacional se refiere a todas las actividades que ocupan el tiempo de las
personas y que dan significado a sus vidas”
Al observar analíticamente las definiciones
anteriormente mencionadas, se puede determinar que esta disciplina focaliza su
atención en las áreas de desempeño
funcional, autocuidado, trabajo, y esparcimiento, como además, en el ambiente humano y no humano, cultural y
social, dentro del cual la persona funciona.
En este contexto, según Willard & Spackman
(1998)[xxi]
para evaluar y efectuar tratamientos en
aquellas personas con déficit en el desempeño, se deben tener en cuenta los
componentes del desempeño funcional, estos se refieren a los estímulos que
recibe del medio y que se entienden de la siguiente manera:
1. Componente sensorio motor: en integración
sensorial (conocimiento sensorial, procesamiento sensorial y destrezas
preceptúales), neuromuscular (reflejos, intervalo de movimiento, tono muscular,
resistencia, control postural e integridad de los tejidos blandos) y motor
(tolerancia a la actividad, coordinación motora gruesa, cruce de la línea
media, lateralidad, integración bilateral, praxis, coordinación motora
fina/destreza, integración viso-motora y control oral).
2. Componentes cognitivos e integración cognitiva: nivel de excitación, orientación,
reconocimiento, campo de atención, memoria, realización de secuencia,
categorización, formación de conceptos, operaciones intelectuales en el
espacio, solución de problemas, generación del aprendizaje, integración del
aprendizaje y síntesis del aprendizaje.
3. Componentes psicológicos y destrezas psicosociales: psicológicos
(roles, valores, intereses, iniciación de la actividad, culminación de las
actividad y concepto de si mismo); social (conducta social, conversación y expresión
de si mismo); y manejo de si mismo (destreza para afrontar situaciones, manejo
de tiempo y control de si mismo).
En la actualidad surge un nuevo concepto de lo que es
Terapia Ocupacional, según las autoras Helen Hopkins & Helen Smith Willard & Spackman (2005)[xxii]
señalan que es el “arte y la ciencia de ayudar a las personas a realizar las
actividades de la vida diaria que sean importantes para su salud y su bienestar
a través de la participación en ocupaciones valiosas”.
Terapia Ocupacional hace referencia a todas las actividades
que las personas realizan y que ocupan parte de su
tiempo, dándole significado a sus vidas. Eleanor Clark Slagle (Yerxa 1967)[xxiii]
destaca que la autentica Terapia
Ocupacional esta centrada en la humanidad de la
persona y en su capacidad para elegir e iniciar actividades que brinden la base
para el descubrimiento del significado.
Actualmente Terapia Ocupacional ha desarrollado un cuerpo
de conocimientos propio, organizados en una ciencia que es consistente con su
filosofía, esta es la Ciencia de la Ocupación.
Yerxa (1962) Junto con Reilly 1967) mostraron
preocupación debido a que en sus comienzos, la terapia ocupacional estaba perdiendo el enfoque en el tratamiento
holístico, humanista, y se centraba en la profesión mientras se buscaba la
especialización. Dejando de lado otras perspectivas teóricas.
Yerxa (1967), propone a los terapeutas que
realizan investigaciones para que participen y promuevan el desarrollo de la
base del conocimiento para la profesión. Para ello, el temario está compuesto de tres principios:
la práctica centrada en la persona, la práctica centrada en la ocupación y la
práctica centrada en la evidencia.
De este modo, en 1989, Elizabeth Yerxa, docente de de la Universidad del Sur de
California, crea la nueva disciplina que está dando fundamentos científicos a
la profesión, en consecuencia contribuirá a su progreso. La "Ciencia de la Ocupación " está hoy
en día en pleno desarrollo en países tales como EEUU, Australia, Sudáfrica,
Países Escandinavos y Chile, entre otros.
Durante el desarrollo de esta ciencia, se han establecido
esbozos relacionados con las reflexiones filosóficos, vinculadas con el
conocimiento de la ocupación humana, no obstante esto, aún no se han dado
cuenta del sustento ontológico, ni se ha debatido acerca del procedimiento
lógico de la misma.
[i] Howarth, et al (1940). en Terapia Ocupacional y
Disfunciones Físicas Annie Turner et al. Editorial Elsevier España, 2003.
[ii] Le Clerc. (1969). Citado por Mac
Donald y Cols (1970). En Terapia
Ocupacional y Disfunciones Físicas. Annie Turner et al.
Editorial Elsevier España. 2003.
[iii] Howarth, N.A. Mac Donald E.M.
1940. Theory of occupational therapy for students and nurses. Bailliere,
Tindall & Cox, London .
[iv] Licht. S. 1948 Occupational
therapy sourde book. Williams and Williams Company, Baltimore , MD.
[vii] Dunton W. et al. (1950)
Occupational Therapy: Principles and practices. 1st. ed. Springfield , Illinois : CC Thomas. 1950.
[viii] Bercherie, P. (1986). Los
Fundamentos de la Clínica, Historia y Estructura del Saber Psiquiátrico. Buenos
Aires: Ed. Manantial.
[ix] Weiner, D. B. (1999). Comprendre et
soigner. Philippe Pinel (1745-1826), la médecine de l'esprit. Paris : Librairie Arthème Fayard.
[xii] Naylor, G. (1971). The
ans and crafts movement. A study of sources. Ideals and influences on design theory. Cambrige M.A. MIT Prees.
[xiii] Marsh, J. (1982), Back
to the land. The pastoral impulse in Victorian England from 1980 to 1914. London , Quartet Books.
[xiv] Hall, H. J. (1910).
Work cure a report of five years experience at an institution devored to the
therapeutic aplication of manual work. JAMA 54 (1). 12-14.
[xvi] Tracy, S. E. (1910). Studies in invalid occupation A
manual for nurses and anendants. Boston ,
Whitcomb & Barrows.
[xviii] Mac Nary h. (1947) The
scope of occupational therapy. In H, Willard & C.S. Spackman (Eds.)
Occupational Therapy, Philadelphia :
lippincort.
[xix] American Occupational
Therapy Association. (1972). Occupational therapy: its definition and funtions.
American Journal of ocupational therapy. 26 204.
[xx] Asociación Americana de Terapia Ocupacional. (April 1986). (Abril 1986). Dictionary definition of occupational therapy.
Definición del diccionario de la terapia ocupacional. Adopted and approved by the Representative Assembly
April 1986 to fulfill Resolution #596-83. Adoptada y aprobada por la
Asamblea Representativa abril de 1986
a cumplir con la Resolución Nº 596-83.
[xxi] Hopkins, H & Smith, H.(1998)
Willard & Spackman Terapia Ocupacional. Editorial. Medicapanamericana. España
[xxii] Hopkins; H. L. &
Smith, H. D. (2005). Willard and Spackman’s occupational therapy. Philadelphia J. B. Lippincot. Terapia
Ocupacional. 10 edición. España. Editorial Médico Panamericana.
[xxiii] Yerxa, EJ (1967). Authentic occupational therapy. 1966 Eleanor Clark
Slagle Lecture. American Journal of Occupational Therapy, 21,
1–9.
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